“Tratamos de hacer ver a las alumnas que es normal trabajar como científica y ser mujer”
Laura Josa y Leyre Barriales trabajan en los Laboratorios SYVA de León y, además, son mentoras del programa STEM Talent Girl. Desde que se han incorporado al proyecto, su objetivo más importante siempre ha sido influir de forma positiva en las alumnas y “ayudarles a descubrir un mundo del que ellas pueden formar parte en un futuro”.
Este objetivo está, sin duda, en el ADN de cualquier mentora que participa en STG, como también lo está el de motivar y animar a las chicas “a todo lo que vayan eligiendo en su carrera profesional y personal sea algo que les haga felices”. Pero, sobre todo, aseguran Laura y Leyre, fomentar en ellas la confianza “en su potencial y en su capacidad para cambiar el mundo”.
Entre las tareas que asumen las mentoras, está la de organizar visitas a sus puestos de trabajo en las empresas donde trabajan. En este sentido, Laura y Leyre cuentan que durante las visitas la prioridad es mostrar el trabajo general de cada una de las plantas que integran los laboratorios, enseñando a las estudiantes cómo se relaciona nuestro trabajo diario con el equipo y con el objetivo global de la compañía.
“Nuestra metodología, lejos de teorías, se basa en el entusiasmo y dedicación que creemos, dejamos ver durante nuestras sesiones. Mostramos que somos mujeres con naturalidad, como si fuese algo normal, -porque creemos que lo es-, trabajar en el mundo científico y ser mujer. Que no lo vean como algo difícil o imposible y, por ello, se arrepienten de su decisión de orientarse al mundo STEM”, señalan.
Visitas a los laboratorios
En las visitas a SYVA son muchos los aspectos que se tocan. Ambas explican dónde se pone el foco y qué es lo que se comparte con las asistentes. Lo primero es una breve presentación de Laboratoris SYVA, a lo que se dedican y qué tipo de perfiles profesionales conforman la plantilla de la organización. “Tenemos la gran suerte de ser una empresa con un alto porcentaje de mujeres en plantilla en todos los niveles de la organización. Y eso les sorprende”, añaden.
Después, llega el momento de la verdad. “Bajamos a planta, y podemos comprobar in situ como son las instalaciones, cómo hay que vestirse para proteger el producto y a nosotros mismos de posibles contaminaciones… Incluso entramos en alguna zona más restringida para que se tengan que vestir como cualquier profesional que accede para realizar su trabajo”. Esta es una de las partes que, según indican, es la que más les gusta a las alumnas.