Cristina Pardo: “Si tienes algo claro en tu corazón, no puedes parar hasta conseguirlo”
Hablamos en esta entrevista con Cristina Pardo, coach y consultora de liderazgo mundial, que hace unos días participó como ponente en una de las masterclass online organizadas en este programa STEM Talent Girl.
¿En qué consiste tu trabajo como coach y consultora de liderazgo?
Trabajo desarrollando el talento y el liderazgo mundial al máximo nivel de las posibilidades de cada persona, organización y equipos. Soy realista, pero a la vez sé por experiencia que no hay nada imposible. A mí casi siempre me dijeron que lo que quería hacer era imposible o de locos y, bueno, los resultados ahí están. Si tienes algo claro en tu corazón, no puedes parar hasta conseguirlo, es una necesidad imperiosa por algo está ahí, recordándote cada día que quieres, quieres y quieres. Y querer es poder. Por supuesto, se ha de aceptar que hay que hacer modificaciones y adaptaciones en el camino para llegar a la meta. La mayoría de las veces es un camino muy distinto al imaginado, pero si tienes el coraje, valentía y las ganas necesarias llegas. No va a ser nada fácil el camino y es posible que te rindas muchísimas veces, sin embargo, conociéndote, conociendo tus talentos, tu liderazgo, los recursos que tienes y trabajando hasta el extremo lo consigues. La competición y la superación no es con los demás es contigo mismo. A la gente con la que trabajo no les premio por los resultados, les premio por la superación a si mismos que hacen.
¿Cuál va a ser hilo conductor de tu charla en STEM Talent Girl?
El hilo conductor va a ser mostrar a los asistentes varias experiencias que les lleven a conectar consigo mismos, con sus sueños y anhelos más profundos y animarles a ser valientes para que, como decía Stephen Hawking , mientras hay vida hay esperanza y se atrevan a ser lo que en realidad han venido a ser a esta vida. Nelson Mandela, en su discurso de investidura como presidente de Sudáfrica, una de las frases que dijo fue: “Nuestro miedo más profundo no es que no podamos, sino que somos poderosos sin límite”. Ahí es donde trabajo, con el poder y con los recursos personales de quienes quieren hacer algo, y además, haciéndoles conscientes de que lo que hagan, siempre, tiene un impacto personal, familiar, local, nacional, internacional, mundial y universal, por lo que les enfrento con su propia responsabilidad consigo mismos y con el mundo.
¿Por qué crees que hay déficit de mujeres en el ámbito tecnológico y científico?
Según las UNESCO, sólo hasta ahora el 28% de los investigadores del mundo son mujeres. En mi opinión, los deseos de los padres, los roles que hasta ahora teníamos y tenemos de género, la pareja, los hijos, la falta de experiencia, la falta de líderes y mentores comprometidos con el desarrollo de las mujeres, aceptando también sus ciclos como madres, no asumir tu propio poder personal, etc, son algunos de los factores que limitan a las mujeres, en general y en particular, en estos ámbitos.
Por ejemplo, en mi trayectoria profesional tuve dos ofertas para trabajar como consultora en programas de la NASA, en ese momento, tenía dos niñas pequeñas de 3 y 5 años. Las condiciones que me presentaban no me permitían llevarme a mis hijas durante los años del proyecto, y mi trabajo era en tierra, no en el espacio. Finalmente, tuve que renunciar lamentablemente, porque tenía claro que si he ayudado a miles de personas en el mundo a desarrollarse al máximo nivel no podía dejar a mis hijas tiradas en la edad que más me necesitaban. Así que ahora continúo con proyectos fuertes y ambiciosos internacionales y mundiales, que me permitan hacerlos a la vez que acompaño a mis hijas. Esto es básico.
Y, debido a que mi sueño más profundo no es la NASA, adapto mi sueño de desarrollar el talento y el liderazgo mundial a mi realidad actual. Si mi sueño más profundo hubiese sido la NASA, por supuesto, hubiese trabajado desde pequeña, sabiendo todas las condiciones y requisitos que me piden, renunciando a lo necesario para conseguirlo, como hacen y hacemos todos por llegar donde queremos. Todo implica un esfuerzo y una renuncia. Y esta es la realidad de muchas mujeres cuando tienen pareja, por no perder a la pareja dejan becas, puestos importantísimos, etc, y cuando tienen hijos, muchas, por lo que implica la alta dirección, los proyectos internacionales y renuncian a desarrollarse a si mismas, no dándose cuenta de que en la medida que tú hagas lo que anhelas y sueñas, estando presente como puedas con tus hijos, también apoyarás y acompañarás mejor a tus hijos para que hagan lo que de verdad sueñan y anhelan.
¿Qué se debe hacer desde la administración pública para acabar con esa brecha?
Cumplir la ley de Igualdad es básico y urgente aquí, ahora y en todo el mundo. Y desde las familias tenemos la responsabilidad de educar a nuestros hijos para ser quienes son con plenitud, independientemente de los géneros, dándoles alas para ser ellos mismos asumiendo su poder y sabiduría con responsabilidad.
¿Qué opinas sobre programas como STG?
Muy necesarios, vitales diría. Me encantó una recomendación que nos dio una mentora de las Naciones Unidas cuando estaba en programas de ayuda humanitaria y era: “Debemos apoyar a las niñas, jóvenes y mujeres, porque las mujeres generan por naturaleza redes sociales de desarrollo comunitario. Y si una mujer estudia, como mínimo, sus hijos llegarán a lo que su madre hizo que fue estudiar lo básico o bachiller o profesión o carrera. Es muy distinto al caso de un hombre que sea ingeniero y su mujer no ha estudiado. En muchos casos es casi seguro que si la madre no ha estudiado, la mayoría de los hijos no estudien o no tengan ambición por hacerlo. Salvo que aparezcan mentores o alguien que les impulse, motive y les hagan creer que pueden hacerlo” y esto hace el programa STEM Talent Girl.
Alguna recomendación para fomentar las vocaciones STEM entre las niñas y las jóvenes…
Creo que hay que hacerles conscientes de todo esto y apoyar la igualdad, libertad y desarrollo integral de todos, tanto mujeres como hombres. Solo así se conseguirá que las niñas desde muy pequeñas entiendan que pueden, que son libres y capaces de hacerlo. Cuando me encuentro con jóvenes que sueñan y sus padres no les dejan, o su cultura no se lo permite, o su pareja, o sus hijos, les digo que en cuanto sean mayores de edad asuman su responsabilidad, su poder y se busquen la vida para hacer lo que sueñan, buscando personas que les apoyen, les ayuden y crean en ellas.